domingo, 22 de junio de 2014

Capítulo ocho.

Me desperté con el timbre. Me levanté a abrir y era Pancho, me agarró miedo, pero le abrí y mientras él subía, puse la pava para el mate y me cepillé los dientes. Abrí la puerta, y ahí estaba con una sonrisa y un mega desayuno. Definitivamente Pancho nunca entiende nada.
No tuve tiempo de elaborar una explicación para lo sucedido la noche anterior, y en las improvisaciones me destacaba por ser completamente sincera e hiriente. O sea, no creo que haya que mentir, pero decirle a alguien "me diste asco" no es necesario. La sinceridad cruda duele más que la mentira, lo defiendo a muerte.
Abrí la puerta con cara de nada y no alcancé a decir nada que Pancho pasó y me dio un beso (en la boca, en serio, nunca entendió nada) y me empezó a contar que se levantó y dijo uy es Domingo seguro Api va a estar sola voy a ir a llevarle un desayuno bla bla bla, y yo lo miraba anonadada, no podía creer el poder de negación de ese chabon.

-Che gorda, el Viernes que viene quiero que vayamos al cine, dan una peli que me dijo Alejo que viéramos, te prometo que va a ser mejor que la de anoche..
Se río y a mi se me voló la cabeza, dejé el mate y me senté al lado suyo en la mesa, donde él estaba desplegando el desayuno grasoso que me había llevado. Era raro verlo tan eléctrico, no parecía él, no me dejaba hablar, raro.
-Pará Pancho, deja de hacerte el boludo, en serio no vas a decir nada de anoche? Me estas jodiendo?
Me agarró la mano, y mirandome fuerte a los ojos:
-Api, no me voy a enojar, yo a vos te quiero en serio y no te voy a ahogar, no quiero cuestionarte, quiero que vos hagas lo que quieras..
Cada palabra que decía yo por dentro estaba más ???????????????????, pero intentaba conservar la calma y no ser un hija de puta.
-No es así! No tenes que dejar que te cague la cabeza, no podes hacer como si nada, no se puede negar que..
Me cortó lo que le estaba diciendo con un beso, y, en serio, yo ya no entendía un carajo. Traté de ser suave para sacarlo, pero no funcionó, el pibe estaba siendo irracional y yo no lo bancaba más.
-BASTA. Qué carajo te pasa? Dejame hablar y deja de hacer pelotudeces.
Como soy Abril Moreno y estoy destinada a que siempre todo salga peor de lo que mi mente negativa puede llegar a pensar, sí señores, se largó a llorar como un bebé, y yo sentía pena, vergüenza y ganas de que se fuera.
-Por qué lloras?
Juntó aire, y entrecortado me dijo:
-Porque me vas a dejar..
Eso era, no me quería dejar dejarlo, pero llegar a esos límites del pisoteo de la dignidad me parece mucho, me estaba sintiendo demasiado desgustada y sabía que había sólo una forma de que se le pasara lo que mierda tuviera: haciendome odiar.
-Bueno Pancho, no tenes 12 años, no hagas caprichos. No podes no dejarme hablar para que no te deje, no te das cuenta de que te tenes que querer un poquito?
Para no tener que verlo llorando, me levanté a prenderme un cigarrillo y me quedé apoyada en la barra, mirando por la ventana. Él me miraba con cara de perro mojado, y con los ojos sentía que me estaba pidiendo compasión, los dos sabíamos que se venían unas palabras horribles.
-Sabes qué pasa? Vos a mi no me gustas, me hiciste reír los primeros meses y me agarré de eso porque soy una infeliz de mierda, pero ahora tus chistes me hacen pensar que estoy de novia con un pre adolescente pelotudo. No me hiciste nada, no te sientas culpable de que nos peleemos, pero ni vos sos para mi, ni yo para vos.
Se levantó de un salto y vino a abrazarme mientras lloraba fuerte, apoyó la cabeza en mi hombro y me decía:
-No, Api, no, nosotros podemos estar juntos, si nos hacemos bien, yo te quiero boluda..
Lo agarré de los hombros, lo hice mirarme, y le dije la puta verdad cruda:
-Pancho, yo también te quiero, pero como a un amigo.
Su cara se transformó y, mientras seguía llorando, se defendió con un ataque:
-AMIGO?! Como un amigo? Vos te pensas que yo soy idiota? Yo sabía que esto iba a pasar, si vos sos una putita, lo única que te importa es que te cojan bien, la concha de tu madre, al pedo me metí con vos, loca psiquiátrica..
Ninguna de sus palabras me hirió, no estaba ofendida, porque sabía que él estaba probando con distintas reacciones para hacerme sentir algo, me veía tan tranquila que me quería movilizar, con culpa, con amor, con enojo, cualquier reacción era buena. Si bien era básica la técnica, estaba muy sorprendida por su reacción, era como bipolar, no podía entender lo que estaba pasando y no encontraba la forma de echarlo.
-Pará, no te pongas así ni me putees porque yo no te traté mal..
-Sabes qué te pasa a vos, Api? Naciste para ser una cornuda, naciste para que todos los pibes te usen, tenés esa personalidad de mierda que te aparta de la gente que te quiere, siempre estas con un problema, fijate lo que te pasa mamita, todo lo que te pasa te lo buscas, porque a vos no hay poronga que te venga bien.
Se dio vuelta, con un brazo estalló el desayuno contra la pared y se fue. Tardé unos minutos en reaccionar y limpiar. Sus palabras me rebotaban en la cabeza, y no podía evitar pensar que lo que decía era cierto, y que nunca me había dado cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario