miércoles, 24 de septiembre de 2014

Capítulo diez.

Qué difíciles son los finales. En todo sentido, es difícil terminar algo. Qué difícil es para mi darle un final a mi historia. Pensé, re pensé y me comí la cabeza buscando algo épico para mi final, para mi historia como Abril Moreno, como Api, pero lo entendí: yo no tengo final épico. En la vida real no hay finales épicos. Las cosas simplemente se diluyen, concluyen de a poco, o nunca concluyen. No existe ese corte después del clímax que desenlaza todos los dramas y nos deja conformes. En la vida real nunca se desenlazan todos los dramas.


Como era de esperarse, cuando me desperté aturdida por la fucking luz del sol que se filtraba por la persiana, me llevé la sorpresa de tener a mi derecha una jirafa blondie durmiendo de espaldas a mi, de costado, con una musculosa blanca y -perdón papá y mamá- una colaless negra.
Me levanté, en short y corpiño, a hacer mate. Mientras pensaba qué carajo hago cuando se despierte, le llevo el mate a la cama, me quedo acá fingiendo estar entretenida haciendo algo, la despierto, o me voy? Nunca sé lo que tengo que hacer en ningún aspecto de mi vida pero ahora no sólo no sabía sino que tenía miedo de quedar como una mamerta. Así fue como mis pensamientos se arrastraron hasta pensar apa ahora yo vengo siendo el chico tímido que no sabe qué hacer y queda re gil, mierda! Soy el hombre? Basta, Api, dejá de ser tan imbécil, me decía por dentro, aunque seguía con miedo de cometer alguna estupidez y ser juzgada por Victoria, alguien muy exigente; que al parecer desde la noche anterior influenciaba en mis actos. Y ahí estaba el punto: si dormí con Victoria siendo yo misma, se supone que lo que venía haciendo está bien. Bueno, a ver, qué haría la auténtica Api el mediodía después de haber dormido con una mina? Pará, la auténtica Api dormiría con una mina? Bueno, al menos no tengo ganas de vomitar ni de bañarme, lo que es positivo.
Aburrida de pensar, me asomé por el marco de la puerta y le revoleé una pantufla en la cabeza, eureka, justo en el blanco.
-FORRAAAAAA!

Definitivamente la voz de Victoria recién amanecida es como si hubiera dormido con un hombre. Mi parte homofóbica saltaba en mi mente.

-Uh yo pensé que anoche había torteado pero acabo de descubrir que sos un traba

-Prestame un pantalón, lesbiana

Diez minutos atrás yo estaba tomando mate sola en la barra de mi cocina mientras ingeniaba diálogos estúpidos en mi mente, completamente asustada y aún shockeada por todo, también shockeada por sentirme bien; y ahora estábamos las dos en la mesa, fumando, tomando mate y tratándonos de tortas desagradables. Fue un gran alivio sentir la misma naturalidad que antes en el ambiente, una actitud muy Victoria.



Chapar borrachas en un boliche - dormir juntas - arrancar juntas clases de step - mirar "Spring breakers" - chapar mirando la película - [CENSURA] mirando la película - dejar un cepillo de dientes en casa - salir con sus amigos - ir al cumpleaños de mi vieja con ella - ser novias no oficiales - vivir juntas.
Ese es el paso a paso. No, joda. Igual así fue. Progresivo, lento, porque al principio no me permití ser feliz, claro, Api no puede vivir sin autoboicotearse; y también había una parte de mi que quería negar que me gustaba una mina, que poco a poca se fue tapando por la otra parte de mi que no veía la hora de ver a Victoria y darle un beso fingiendo estar borracha.

Nunca me importó lo que pensaba el resto hasta que mis encuentros con Victoria empezaron a aflorar:

"Api vos te pensas que yo soy boluda? El día que te dije que vinieras estando ella acá supe que estaba tirando a mi amiga débil a las garras de la buitre de mi hermana" Jazmín.

"Yo sabía que era una minita muy rara, pero que era torta no me imaginé. Qué asco." Pancho -resentido-.

"Esas cosas son de adolescente y no deberías haberle dicho a tu madre." Papá. El negador

"..." Mamá. Petrificada. Después lo asimiló.

"[mensaje de texto] Así que ahora pateas para el otro arco? Cuando quieras avisame y jugamos un picadito los tres, jajaja! Sos lo más Abril" Claro, por la idiotez era Francesco.
(Cuando le conté enojada a Victoria sobre su mensaje le pareció re buena idea el trío, mientras en Facebook miraba fotos de Francesco, quien seguía estando buenísimo. Solicitud declinada, no vamos a [CENSURA] con Francesco jamás). Recibir ese mensaje me enojó mucho pero, por suerte, no me produjo ganas de salir corriendo a buscarlo. Qué alivio.
                            
                                                                           ....

Abrí los ojos y veía las luces de la calle que pasaban rápido sobre mi, y giraban en espiral. Estaba acostada en el asiento de atrás del auto de Victoria, quien venía escuchando can't hold us, a volumen insoportable.
-SHHHHHHHHH!!!!
Yo tenía la cara tapada con el codo como si eso fuera una cura para el pedo que llevaba puesto, pero al menos me tapaba la luz. Entre mi brazo pude ver que se daba vuelta y me agarraba el codo, sacudiendome, diciendome cosas como aaaah te pones en pedo aguantate la musiquita, floja. Qué molesta!
-Me voy a tirar
-Si estas pensando vomitar, mejor tirate, porque te puedo perdonar todo menos que me lances el tapizado

Me volví a dormir, y me desperté en la puerta de casa. Lo que me pareció raro, porque siempre dormíamos en su casa.

-Por qué acá?
-Dale, levantate que te ayudo a subir.

La miré -como pude- con cara de "no entiendo".

-No me quiero quedar.
-Eh?
-Dale boluda, yo también estoy cansada, levantate

Otra vez, como pude, me levanté, pero es re difícil hacerse el enojado o el orgulloso estando en pedo. Me tuve que arrastrar para salir del auto, casi me caigo, y ella me agarró, pero se olvidó de agarrar mi dignidad, que cayó ahí, cuando me di vuelta y vomité hasta el alma. Me sostuvo el pelo, me subió y me ayudó a acostarme, pero seguía sentada sobre la cama, vestida, calzada, con la campera -la mejor del mundo, la de cuero, la que siempre me gustó-.

-No intentes juntar energía ni fingir sobriedad para hablar, porque no vamos a hablar así
-Sí vamos a hablar

Por suerte, vomitar me ayudó a bajar mi graduación alcohólica de 10.0 a 5.0, así que podía hablar, aunque no era consciente de lo que podía llegar a decir. Me senté en la cama e insistí:

-Qué pasó? Me podes explicar?
-Mirá Api, yo entiendo que esto es muy nuevo para vos y eso me encanta de, cómo me sorprendes siempre; pero cuando yo te conocí vos eras una minita segura de sí misma, y a esa minita no le hubiera importado que yo la llevara al baño de la casa de Aldi para ayudarla a vomitar delante de unos chabones..

Ah, era eso. 
Después de que Victoria se fue de casa, el primer día, la llamé a Aldi, la extrañaba y ella era siempre mi columna, en todo, así que la necesitaba. Volvimos a juntarnos, a ponernos al día, le conté, se sorprendió muchísimo, no le gustó y después la terminó stalkeando y diciendo "ah, con razón, es re diosa". Fue raro y divertido. Después se conocieron y se llevaron muy bien, incluso, hasta molestarme, que Aldana le contara cosas como que le decía Principito a Francesco.
Esa noche Aldi nos invitó a la previa por cumpleaños en la casa, claro, yo me emborraché como si no hubiera un mañana. En cierto momento de la noche, me hallé en la cocina, volcada contra la pileta, y sosteniendome en la mesada, medio muerta. Alrededor, compañeros de facultad de Aldi intentando ayudar (todo bien con sus buena intenciones, pero no me rompan las pelotas). Alguien fue a buscar a Victoria, que estaba bailando por ahí, y ella vino, con la idea de llevarme al baño para que vomitara. Tenía a tanta gente alrededor que me pareció que iban a estar pendientes del tiempo que pasábamos las tortas en el baño "uuuh qué estarán haciendo" -léase con vos de hombre fan del Bananero y el Mono Mario-. Y ese horrible pensamiento me hizo gritarle un NO a Victoria, quien se rió muy soberbia y retomó su baile.
Y ahí estábamos, en mi casa, yo acostada de pijama y ella sentada, vestida y con cara de estoy enojada pero no lo demuestro porque soy Victoria y a mi nadie me dice que no.

-La Api que vos conociste no te hubiera dicho que no por los chabones, y la Victoria que yo conocí no me estaría haciendo este planteo de minita.

Arqueó las cejas, entrando en razón. Ambas somos muy cabeza dura pero tenemos un algo que nos hace meditar y pensar "ah, tiene razón".

-..no lo tomes como algo personal. Por favor, no empieces con alguna gansada onda "te doy vergüenza" porque me mato. No sé qué flashé, tipo a los chabones imaginándonos haciendo tijereta en el baño o algo así y me re jodió.

Lo decía en serio, pero no aguantó y estalló en risa, mientras empujaba las zapatillas con los talones y se acostaba conmigo.

Y así fue como pasamos por arriba una y otra vez mis intentos de arruinarme la vida. Ésa es la mejor parte de Victoria, esa seguridad y decisión, que se contagian. Me enamoré de la naturalidad que usó para rescatarme.
Cuando la conocí, todo en mi vida venía saliendo mal, una cosa tras otra, mal, mal, mal. Estaba en el piso, y todos a mi alrededor me tendían la mano para levantarme, algunos no lograban ningún cambio, otros me levantaban unos centímetros del piso y al final yo me soltaba, dando por resultado una caída más dolorosa. En ese momento de mi vida, apareció Victoria, que se sentó al lado mío y poco a poco me convenció de pararnos. Me levanté del piso porque quise, porque ella me acompañaba. Y eso fue lo que la destacó del resto del mundo.

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